Laboratorio de Joyería Plástica, nos muestra una forma increíblemente creativa y consciente de enfrentar el problema de los residuos. Impulsado por la artista Andrea Valverde (@avalverde_joyas) y el Estudio OF en el norte de Chile, este taller transforma algo tan común y contaminante como las bolsas de plástico en desuso en piezas de joyería experimental únicas. A través de un proceso artesanal de cortar, fundir y ensamblar, los participantes no solo aprenden una técnica, sino que se sumergen en una reflexión profunda sobre el consumo, el desecho y el valor que le damos a los materiales. Es una invitación a ver la «basura» con otros ojos y descubrir la belleza y el potencial que se esconde en lo que normalmente descartamos.
Pero esta iniciativa va mucho más allá de ser un simple taller de reciclaje. Es una forma de «micro-resistencia creativa» que responde directamente a la crisis ambiental que se vive en regiones como Tarapacá, donde el desierto se ha convertido en un vertedero de plástico. El proyecto convierte la joyería en un acto político y poético: cada pieza cuenta una historia sobre el territorio, la sobreproducción y la necesidad de generar nuevas economías más cuidadosas y sostenibles. Al final, lo que comienza como una bolsa de plástico insignificante se convierte en un «gesto de cuidado», una obra de arte que nos hace repensar nuestra relación con el planeta y nos inspira a imaginar un futuro diferente.
